Especial: Dué le quartz - BEST ALBUM

Hace exactamente 10 años, en el Shibuya-AX, Japón vio partir a una de las bandas más insignes que ha tenido la escena visual kei, hablamos de Dué le quartz, integrada por miyabi, Sakito, Kikasa y KAZUKI. Aunque fueron una banda con una gran popularidad, en años donde la escena era aún más pequeña y no contaba con el apoyo que la Internet les entrega a los artistas contemporáneos, lograron dejar una huella en sus fans, con su alocada música y extravagante estilo que incluso los llevó a presentarse fuera de Japón a principios del milenio.

Con una serie de maxi-singles, demos y mini-álbumes, Dué le quartz se instaló en la escena como una de las bandas visual kei más importantes de comienzos de siglo. Sin embargo, en septiembre del 2002, cuando su historia estaba a días de llegar a su final, concebieron un único álbum titúlado BEST ALBUM, el cual reúne los mejores éxitos de su corta carrera y que reseñaremos a continuación.

El álbum inicia con los rítmicos rasgueos y punteos de guitarra acústica de miyabi, acentuados por el bajo de Kikasa, que junto a la dinámica batería de KAZUKI sirven de entrada para la peculiar voz de Sakito, todo esto en una nueva versión de Meikyou shisui, la canción principal de su primer lanzamiento, el mini-álbum Mikansei no Jekyll to Hyde. El ritmo alegre de la canción pronto se ve interrumpido por una distorsión de guitarra, que en conjunto al resto de los instrumentos potencian la narración del romance que dejan ver sus estrofas. A medida que avanza, los tiempos vuelven a cambiar para dejarnos con un solo vocal, que trae consigo el regreso del resto de los instrumentos, mientras que, junto a los últimos acordes de la pista, miyabi nos sorprende con un rápido solo de guitarra que se entremezcla con el sonido en sus constantes cambios de ritmo.

Extraída de la misma placa que la pista anterior, sigue una nueva versión de Byou, la cual comienza con lentos pero fuertes toques de batería y bajo, que son escoltados por crudos gemidos de miyabi, que pronto se transforman en un parafraseo que da pie a entre entrecortados riffs de guitarra. Mientras que al final de cada estrofa se pueden escuchar los ácidos gritos de miyabi, durante los coros al resto de los integrantes se une a Sakito, entregándole aún más fuerza a la canción que acaba con ritmos de metal.

La paz hace presencia con Requiem, que en su suave ritmo llena la atmósfera de melancolía. Lentos arpegios de guitarra, acompañados por las escalas de bajo de Kikasa progresan sigilosamente en la canción que entre sus ecos destapan una triste historia, una despedida narrada por la voz de Sakito. En el puente de la canción, deslumbra un solo acústico de guitarra que pronto trae de vuelta la figura retórica de los coros, arrastrando aun más con la fuerza de la batería que pronto se desvanece junto a la canción.

La cuarta pista, Monuke no Kara, nos presenta el lado más psicodélico de Dué le quartz, con los rápidos ritmos de la batería de KAZUKI, que son la base perfecta para los nuevamente ácidos y veloces riffs de guitarra que resuenan de principio a fin. Entre agudos gritos y una cabalgante batería, esta canción termina abruptamente con un único y armonioso acorde de guitarra acústica que cierra la canción de una forma totalmente inesperada.

Entre sonidos de tormenta, llega Kikai Shikake no Butoukai, una canción que solo había sido editada en la primera versión del ómnibus Matina PRELUDE a principios del 2000. A pesar de que en esta pista la guitarra deslumbra con agudos punteos que dan la sensación de subidas y bajadas, el bajo es el protagonista de esta canción, con dinámicas escalas que acentúan su andar similar a una rápida marcha, llena de redobles de caja y repetitivos coros que vuelcan el ritmo de la canción una y otra vez.

Con sombrías campanas y una silbante guitarra, se presenta lentamente Ame to muchi wo..., canción que fue el himno de Dué le quartz que en cada concierto era extendida, mientras la banda interactuaba con sus fans. Desde rápidos ritmos de metal, que solo son interrumpidos por extrañas estrofas que cambian totalmente la velocidad de la canción, para pronto llegar a los coros donde los regresan los gritos de miyabi. La canción se quiebra cuando un rapidísimo solo de guitarra interviene en medio de la canción, el que sorpresivamente se transforma en un lento y rítmico arpegio que nos deslumbra otra vez con otro ritmo distinto liderado por el sonido entre cortado de la batería, al que ya nos tiene acostumbrado el cuarteto, que lleva nuevamente la canción al veloz metal que predomina en esta cambiante canción.

La conocida Jisatsu Ganbou comienza con un marcado bajo que progresa junto a los sensuales efectos dados por el tremolo de la guitarra. Los ritmos rápidos, el doble bombo en la batería y la dulce voz de Sakito nos hacen reconocer rápidamente el porqué de la popularidad de esta canción insigne del cuarteto. Posteriormente, los pegadizos estribillos son seguidos por un solo de bajo que da pie a una serie de tapping en la guitarra; todo esto se une para entregarnos una completa canción, que contrasta con el resto del álbum diferenciándose totalmente del resto de las canciones.

Con Manji karame, las influencias trash metal se hacen notar nuevamente, en esta canción que es la continuación de Monuke no Kara, manteniendo la misma esencia de alocados ritmos, gritos agudos, guitarras acidas y cambios de tiempo perfectamente ideados para esta pista, los cuales nos llevan rápidamente al siguiente par de canciones.

Dear...From XXX Disc-1, no solo es una nueva historia de amor que nos narra la banda, es una canción donde se nota la evolución que la experiencia le dio al sonido de Dué le quartz, que ahora presenta un sonido mucho más completo, con dos guitarras simultaneas y mejor musicalización, que da como resultado un nivel de composición mayor. En la canción se destacan los ya habituales cambios de ritmo de la banda, junto la voz de miyabi que en este punto tomó un rol más protagónico. Esta es seguida por su contraparte Dear...From XXX Disc-2, que sigue llevando la música y narrativa de la banda a un nuevo nivel, usando la misma letra que la canción anterior, pero contrastándola con música y ritmos distintos, a través de rápidos y alegres acordes, que se ven interrumpidos por un lento interludio de piano y un solo vocal que vuelve a cerrar la historia en un adiós.

La etérea Re:plica es una canción realmente única, donde una vez más se puede notar la evolución de la banda, que se grafica claramente en el transcurso de este álbum. Los sonidos metálicos de las canciones anteriores son reemplazados por ritmos más elaborados, donde KAZUKI se luce jugando con cada pieza de la batería, acompañado por la guitarra de miyabi quien realiza arpegios y punteos por doquier, mientras Kikasa lleva el compás con triadas de bajo y Sakito esboza cada estrofa con su única voz, alcanzando tonos realmente altos.

Siguiendo la misma línea de la pista anterior, Re:Shakespeare es una canción nostálgica que nos transporta a la historia de dos amantes separados por la injusticia, que los lleva al final más dramático que puede tener un romance, la muerte. Este drama es narrado en compañía de una música relajante que se mezcla perfectamente con la efusiva voz y el resto de los instrumentos, los cuales solo son interrumpidos en el puente, donde cada instrumento regresa a la pista sutilmente. Luego comienzan a asomar solos de guitarra que llevan la canción y la historia de esta pareja a su final, todo esto mientras un par de voces en off interpretan los roles de quienes la protagonizan.

El disco cierra con Rodeo, una canción rockera que transforma al cuarteto en bestias salvajes que llevan a cabo un rodeo, mientras llevan consigo la muerte entre desordenados ritmos que convergen entre gruñidos, gritos, riffs y una alocada música que sella el disco con el sello único de Dué le quartz.

El BEST ALBUM es un disco que nos narra distintas historias de romance, tragedia y muerte de una forma no tétrica, donde se puede notar la evolución de Dué le quartz como banda, que tanto en su música como en su narrativa, fue progresando a grandes pasos a pesar de su corta duración y su estado como banda indie. Escuchando este álbum es fácil comprender porque esta banda fue tan influyente en los sonidos que han ido adoptando las bandas visual kei en los últimos años, entregando más que estética, una música única y reconocible dentro de la escena, así como un trasfondo para esta, ya que juntando las canciones de esta banda es fácil armar una sola historia romántica, dramática y fatídica, pero con puntos alegres.

Dué le quartz se disolvió el 22 de septiembre del 2002 en el Shibuya AX con un concierto titulado LAST LIVE - to arrive at you, donde miyabi, Kikasa, Sakito y KAZUKI tomaron caminos separados:

miyabi, cambió su nombre a miyavi, quien está por cumplir 10 años como solista y actualmente ha cosechado muchos éxitos en todo el mundo como MIYAVI. Cabe mencionar que en sus primeros tres álbumes de estudio incluyó covers a Dué le quartz, con las canciones Requiem, Dear From XXX Disc 2 y Re:Shakespeare. Además, en su mano derecha lleva un tatuaje de esta banda.

Sakito regresó a las pistas el 2004 como vocalista de【FIGURe;】, aunque el 2005 anunció su retiro de esta banda y de la música.

Kikasa se unió a la banda Shelly Trip Realice, la cual dejó para crear Unzu junto a Yuki Sakurai (rice, ex-Raphael) y liderar 【FIGURe;】 Además fundó el sello independiente TUXEDO PRODUCTION. Actualmente, es el presidente de este sello y con él ha sido productor de bandas como DIS★Marionette, SectMa y re:Make. Cabe mencionar que el 2007 realizó un ‘auto-tributo’ a Dué le quartz con una nueva versión de Jisatsu Ganbou en el ómnibus TUXEDO SEED COLLECTION.

KAZUKI formó parte de la banda visual kei BABYLON entre el 2003 y el 2005. Además, fue miembro de soporte en【FIGURe;】el 2004. Actualmente se encuentra retirado de la música.

Esperamos que les haya gustado esta reseña especial del único álbum de Dué le quartz en homenaje a los 10 años de la disolución de esta, una de las bandas que marcó el inicio de una nueva generación de artistas visual kei que trajo consigo el nuevo milenio

*Nota del autor:
Para muchos, la música juega un rol importante en nuestras vidas, acompañándonos tanto en los momentos tristes, como los más felices. Personalmente he hecho mi vida junto a la música de Dué le quartz y por eso decidí compartir algo de la obra de esta banda, que a pesar de estar en un época distante, logra transmitir una serie de emociones y recuerdos a través de sus sonidos. Aún cuando una década nos separa, la música de este cuarteto seguirá sonando en la banda sonora de mi vida. Espero que les haya gustado este especial, tanto a quienes se sintieron identificados por su música como a los que tienen otra banda protagonizando sus vidas. Es importante nunca olvidar que: La música no tiene fronteras, esta llega más allá de los oídos, el corazón y el alma ¡Sigan creando buenos recuerdos junto a la música!