El domingo 21 de agosto, la banda de death metal melódico
GYZE ofreció su primer espectáculo en vivo en Polonia, en el VooDoo Club de Varsovia. A pesar de ser una banda relativamente joven,
GYZE ha tenido varios logros notables: dos álbumes publicados no sólo por una disquera japonesa, sino también una italiana, varios espectáculos en vivo en festivales internacionales, y algo de publicidad en el resto del mundo. Asimismo, la banda tiene ambiciones considerables, dado que desean tener un papel importante tanto en la escena metalera doméstica en Japón como en la europea o incluso en la global. Su actuación en Polonia, la cual concluyó una gira mundial que comenzó el 9 de julio en Corea, fue una de las paradas en el trayecto para cumplir ese objetivo.
Las puertas se abrieron alrededor de las 7:30 pm, pero tiempo atrás ya se había formado una pequeña fila en la entrada del club. Aunque la mayoría de los asistentes ya era fan de
GYZE, algunos fueron al concierto con muy poco conocimiento sobre la banda y su música. Habían sido convencidos por las recomendaciones de sus amigos, o por el entusiasmo de los fans polacos involucrados en llevar al grupo a su país. En ocasiones es bueno ir a ver la actuación de una banda desconocida sin alguna expectativa en especial, pues como resultado puedes tener una de las mejores experiencias musicales de tu vida.
En el recinto se podían comprar varios objetos de la gira, uno de los cuales fue un gran éxito: ¡El set de imanes para refrigeradores! No es la primera vez que la banda demuestra tanta creatividad en su mercancia; durante una de sus giras anteriores, los fans podían adquirir anzuelos de pesca, puesto que el vocalista
Ryoji es un gran aficionado a la pesca de truchas. Los fans también pudieron ver el escenario decorado con el gran logo de
GYZE y una gran cantidad de equipamiento variado. Fue una ventaja que la banda sólo consista de tres miembros, pues de lo contrario habrían tenido problemas de espacio en el pequeño escenario del VooDoo Club.
Los fans que asistieron al concierto - aproximadamente unas 50 personas - no llenaron el reducido recinto. Pero lo que llamaba la atención fue el balance en la cantidad de fans de ambos sexos y el hecho de que casi todos portaban peinados y ropas oscuros y no muy extravagantes. En otras palabras, la audiencia se veía algo diferente de lo que uno esperaría de los espectáculos en vivo de la banda japonesa. Se podría decir que los fans encajaban con los miembros del grupo quienes, si bien prestan atención al aspecto visual de las interpretaciones, lo hacen de una manera minimalista, pues sus principales llamativos son portar cabello largo, maquillaje modesto y una camiseta - o prescindir de la última.
Mientras aguardaban el inicio del concierto, los fans mataban el tiempo en una atmósfera agradable bebiendo cerveza, renovando antiguas amistades y formando nuevas. Uno podía tener la impresión de que la audiencia realmente no prestó atención a las últimas preparaciones que se hacían en el escenario, pero tan pronto como las luces se apagaron y los integrantes de la banda hicieron su aparición, la atención de los fans se concentró de inmediato en ellos. Para ser honestos, el mejor resumen de aquella noche habría sido el eslogan en una camiseta que vestía uno uno de los fans: "PURE FUCKING METAL". Pero como eso no es suficiente para un reportaje en vivo, hay que escribir algo más.
Desde el arranque,
GYZE hizo una gran impresión con el tema titular de su nuevo álbum
Black Bride. Poderosas guitarras, cantos furiosos y una percusión potente culminaron con una onda violenta, sorprendiendo a la audiencia. Durante todo el concierto la banda ofreció una buena muestra de su obra, interpretando exactamente cinco canciones de cada uno de los dos álbumes que han lanzado hasta el momento. Cada tema tenía melodías excelentes, ritmos complejos, cantos potentes, y sobretodo una gran energía que llegó a todos los asistentes. Lamentablemente, la mala calidad del sonido combinaba todos esos elementos, lo que no permitía a los fans disfrutar completamente de las habilidades musicales de la banda o sus interesantes solos. A pesar de ello, las canciones interpretadas aquella noche impresionaron a la audiencia y les ayudaron a liberarse de sus emociones, dejando tan sólo una admiración por los sonidos pesados que conectó a todos los fanáticos. Algunos de los temas del repertorio destacaron particularmente, como el calmado intro y el giro poderoso de
Day Of The Funeral, y los riffs orientales de
Nanohana. Al final, los músicos ofrecieron una explosión mortal de sonido combinada con aportaciones líricas para dar forma a
Julius, concluyendo el espectáculo de la mejor manera.
A pesar de su reducida cantidad, la audiencia no decepcionó y comenzó a bailar desde las primeras notas de
Black Bride. Los asistentes en las primeras dos filas saltaban, chocaban sus puños y hacían head bang, y detrás de ellos un mosh se formó, aunque en una escala pequeña. Los fans masculinos - con ocasionales adiciones femeninas - rebotaban con los demás o giraban alrededor con las manos en los hombros de los otros. A pesar de esos movimientos tan violentos, no se percibía agresión en la atmósfera del concierto, sino la alegría pura derivada de la experiencia musical en vivo. De tal forma que nadie necesitaba ánimos de parte de la banda, la cual organizó durante uno de los intervalos una mini wall of death. Sin importar su manera preferida de divertirse, la audiencia no dejó de disfrutar la tarde por un solo momento, pareciendo absorber la energía directamente de los poderosos sonidos que salían del escenario.
De esta forma, no fue sorpresa que para una audiencia tan vigorosa sólo diez canciones fueran muy pocas, y muy poco después de que la banda dejara el escenario tras el espectáculo principal, empezaron los gritos que pedían un encore, comenzando con "¡Una canción más!", así como el más tradicional "¡Ankore!" y otros coreos poco ortodoxos preferidos por los metaleros, terminando con cantos corales de canciones polacas de fiesta tradicionales, tales como
"Sto lat" ("Cien años"). Algunos inclusive consideraron cantar
"Hej sokoly" ("Hey, halcones"), pero no fue necesario, puesto que la banda finalmente regresó al escenario para interpretar algunos temas. Para quienes aún tenían energía después del espectáculo, se organizó una fiesta posterior al espectáculo. Desafortunadamente, durante la firma de autógrafos se escuchaba música, por lo que era difícil mantener una conversación.
Por si la buena música y la impresionante atmósfera del concierto no hubiesen sido suficientes, todos quedaron admirados por el comportamiento inusualmente amistoso y jovial de los músicos, especialmente al final del concierto, cuando no se podían separar de sus fans, chocando con ellos sus palmas o regalándoles púas de guitarras. Durante la firma de autógrafos tenían sonrisas amigables para todos, y el baterista
Shuji fue particularmente popular, dando abrazos generosamente. Se podía sentir que la banda había ido a tocar específicamente para la gente que se había reunido allí esa noche. Los fans respondieron a ese compromiso de forma muy entusiasta, expresando su gratitud invitando cervezas a los miembros, entre otras cosas.
En la entrevista concedida a JaME antes de esta gira, cuando se le preguntó sobre los espectáculos en vivo de
GYZE,
Shuji respondió: «Aspiro a dar el tipo de interpretación completa que inspira emociones y hace pensar a la gente "Eso fue divertido”, "Quiero volver a verlos" y "¡Qué bueno que vine!"». Fue muy evidente que durante el concierto en Varsovia lograron cumplir con ello por completo. Así que si estás considerando ir a un concierto del cual saldrás con las baterías recargadas y con una gran anticipación para el próximo, esta banda será tu mejor opción.
Set list
01. Black Bride
02. In Grief
03. Twilight
04. Fascinating Violence
05. Trash My Enemy
06. Day Of The Funeral
07. Nanohana
08. Midnight Darkness
-MC-
09. Final Revenge
10. Julius
Encore
11. Black Shadow
12. Desire
