Estos últimos años han sido una época de prueba para la escena japonesa de bandas de “chicas metal”. Varias bandas cesaron sus actividades y muchas de las que no se terminaron tuvieron varios problemas tanto internos como externos. Mientras tanto, el cuarteto de power metal Mary’s Blood se ha mantenido marchando, como siempre lo han hecho. La banda ha presentado, de forma consistente, un nuevo lanzamiento cada año desde 2011. Su más reciente suma a su catálogo fue su tercer álbum de larga duración (y segundo desde que se cambiaron de sello a Victor) FATE, lanzado en octubre de 2016.
Musicalmente, FATE es como una continuación de Bloody Palace (2015), que vio a Mary's Blood cambiar la refinada melodía maestra de Cowntdown to Evolution por un enfoque más agresivo y listo. Un efecto secundario de esto fue que se destacó firmemente a la vocalista EYE, tomando el lugar de SAKI, cuyas pirotecnias con la guitarra se han limitado en gran medida a sus solos. La música no sufrió, en especial ahora que EYE no utilizó letras en inglés como en los álbumes anteriores que, aunque eran pegadizas, en ocasiones nos hacían recordar la forma de escribir de Yasushi Akimoto, el hombre detrás de letras increíbles como Melon Juice de HKT48.
Cuando a SAKI se le permite dar rienda suelta a sus talentos es casi siempre en la compañía de otros guitarristas. Por ejemplo, en su batalla de solos con el ex guitarrista principal de SEIKIMA-II, LUKE TAKAMURA, en Chateau de Sable es la mejor muestra de pornografía de guitarra que FATE tiene para ofrecer. Menos candente, pero igualmente satisfactorio es el solo de SAKI con la guitarrista de SHOW-YA, Miki Igarashi. A pesar de que existe un rumor (que permanece sin fundamentos) en que, de cierta forma, ambas mujeres están relacionadas, la canción proporciona pruebas definitivas de que existe cierta química musical entre estas dos diosas de la guitarra.
En el 2016, Okazzy, el ex compañero de banda de MARI en Clandestined, dijo que el ascenso de todas las bandas femeninas de metal en Japón sería bueno para la imagen del género, pero perjudicial para la calidad de la música. Uno solo puede preguntarse si él ha estado escuchando las mismas bandas que nosotros. Mientras que FATE difícilmente puede ser llamada la pieza maestra de Mary’s Blood – ese galardón aún pertenece a Cowntdown to Evolution (2014) –, éste es un paso más adelante respecto a su último trabajo y es otra digna adición a su cuerpo de trabajo. Esperamos que haya muchos más por venir.
NOTA: El video puede no estar disponible en todos los países.
Ya puedes encontrar disponible una edición especial FATE a través de la compañía británica JPU Records.