AFTERMATH - BURN UP
Una prueba tosca de un concepto que desborda potencial.
Como seguidores de la escena visual kei, sabrán que la vida promedio de una banda nueva se ha desplomado en los últimos años. Una tendencia parecida ha comenzado a ganar terreno en la escena del rock femenino. Puede que sea una señal de cuan saludable el movimiento es en la actualidad, a diez años de su resucitación a manos de bandas como SCANDAL. Aun así, si echamos una mirada a alineaciones presentes en antiguas ediciones de WOMEN'S POWER (un evento en vivo de larga trayectoria dedicado a bandas de mujeres) se siente como estar revisando un obituario.
Uno de los actos más interesantes que ha ido y venido durante la última decada es AFTERMATH. Esta banda, formada en 2013 por la guitarrista Kiko, fue quizá la primera banda de rock femenina que tocó en inglés. Siendo liderada en principio por la enigmática, atractiva y rubia Elizabeth y luego por la brasileña Bear, fue esta última la que cantó en lo más cercano que AFTERMATH tuvo a un álbum: su EP de 2015, BURN UP.
Este lanzamiento, de producción propia, es un ejemplo de libro del tipo de lanzamiento temprano que la gran mayoría de las bandas de rock establecidas tienen al fondo de su catálogo: una prueba tosca de un concepto que desborda potencial, que al mismo tiempo pide a gritos la atención de un productor. En el caso de AFTERMATH, esta atención sería para poder enfocar su energía creativa, más que para cualquier otra cosa.