Dir en grey en Metaltown, Suecia

Dir en grey fue la última de las 3 bandas japonesas que actuó en el festival Metaltown de Suecia, y la única que tocó en el escenario principal. Después de MUCC y Marilyn Manson, eran la única banda que se presentaba en ese momento. El foso delante del escenario no estaba para nada vacío; cada centímetro lo ocupaban fans emocionados y ansiosos por que diera comienzo el espectáculo y, a medida que los técnicos se tomaban su tiempo con los preparativos, la formidable multitud (de fans y curiosos) seguía creciendo.

La intro de Dir en grey, SA BIR, empezó justo a tiempo. Los miembros de la banda aparecieron uno detrás de otro, cada uno tomándose unos segundos para saludar al público, empezando por Die, el guitarrista, Toshiya en el bajo, Kaoru en la guitarra principal y Shinya, en la batería, tan discreto como siempre. Kyo, el vocalista, apareció el último para quedar sepultado entre los ensordecedores gritos de la multitud y, en vez de sonreír, le pegó un trago a una botella y empezó a esparcir agua escupiéndola por todo el escenario. Renunciando a toda clase de calentamiento previo, Kyo rugió de repente y la banda comenzó a tocar los elegantes acordes de OBSCURE.

La canción transcurrió con un aluvión de cabezas moviéndose de un lado al otro. Tras la última nota, la banda tuvo la ocasión de saludar formalmente al público alzando las guitarras y los puños en respuesta a todas aquellas ovaciones. Con la misma intensidad, a OBSCURE le siguió Merciless Cult. Las partes melódicas de esta canción brindaron la oportunidad a nuestro expresivo vocalista de acompañar las palabras con gestos firmes que mostraba sentado desde su infame caja roja. Acto seguido GRIEF tronó en el escenario y fue como si se hubiera arrojado un bidón de aceite al fuego que el público ya había encendido con su entusiasmo. Las guitarras eran siniestras; la inacabable energía de Toshiya competía con la violenta furia de Kyo. La banda al completo contribuía al back up de las canciones, creando una dinámica bastante peculiar. Cortada con el mismo patrón, la siguiente canción irrumpió en el escenario. La intrincada Red Soil asombró a todos con una intensa puesta en escena. Estas primeras y difíciles canciones fueron también una prueba para el vocalista que hasta hace poco estuvo hospitalizado. A diferencia de su última gira europea, Kyo esta vez aguantó el desafío: su voz era mejor que nunca, y cantó fiel a su técnica y con pasión. Su presencia, a veces errática, a veces casi dulce, se apoderó de la arena.

Dozing Green fue la siguiente; Kyo movió el torso desnudo haciendo formas intrigantes, una especie de danza del vientre de su propia invención. A medida que la canción llegaba a su fin, Toshiya dio un paso al frente y animó a la masa en compensación por la carencia de MC durante toda la actuación. El público, entusiasmado, inundó de gritos el foso. Y les hizo falta el impulso, pues la siguiente era la canción de ocho minutos de duración VINUSHKA. La suave introducción se convirtió en una apabullante melodía y la banda empezó a agitar las cabezas al unísono. Mirando y señalando hacia la multitud, Kyo gritó “Koko ga shinjitsu da!” (¡Aquí está la verdad!) y los fans le devolvieron el grito con energía. Kaoru y Die se quedaron en sus respectivos puestos, mientras los focos que se encendían y apagaban con el ritmo, los iluminaban. Shinya estaba haciendo un formidable trabajo sin aflojar en la batería durante toda la canción, la cual llegó a su punto álgido cuando Kyo se puso como una fiera, rasgando el aire mientras chillaba de agonía, y la canción terminó. La banda dejó el escenario, por un momento, visiblemente agotada.

A medida que la pausa se hacía más y más larga, parecía claro que había llegado la hora del a capella de Kyo. El vocalista se colocó solo en el centro del escenario, alternando los gritos con notas dulces y con suspiros. El sonido estaba digitalmente manipulado desde allí. Con elementos avant-garde, la esotérica actuación hizo enmudecer a los fans, que estaban sobrecogidos. Sin embargo, los fans del metal que había allí parecían impacientes. No había pasado ni un minuto y la banda volvía al escenario, induciendo de nuevo al público a un estado de auténtico frenesí. STUCK MAN estalló en los altavoces, captando la atención de todos. Esta movida y enérgica canción fue bien recibida; voces ásperas y gritos explosivos se acoplaron a ella. Los graves acordes del bajo seguían el rápido golpeteo de la batería y se sincronizaban con el ritmo de Die, haciendo que la multitud saltara arriba y abajo sin parar. Para culminar tan electrizante actuación, la banda decidió tocar uno de los temas favoritos de los fans, THE FINAL. Después de la familiar y suave intro, la melodía principal empezó a sonar, causando la histeria del público y las cada vez más pegadizas melodías atraían a más y más gente deseosa de estar más cerca del escenario.

Justo cuando la increíble masa de gente se estaba metiendo de lleno en el show, pasó lo inevitable, y hubo una nueva pausa en forma de a capella. Las filas de delante admiraban en silencio los gritos de duelo del vocalista, mientras la amplia mayoría alzaba una ceja y muchos daban media vuelta y se alejaban del escenario. Pausar un concierto dos veces para probar con canciones más delicadas delante de un público que adora el metal, puede convertirse en una decisión no muy acertada. Sin embargo, eso prueba que Dir en grey siempre será una banda de “o lo tomas o lo dejas”, orgullosa de ser fiel a sus propios métodos.

El canto en exceso emotivo acabó y la banda retó al público con BUGABOO. Kyo estaba más interactivo que nunca, señalando al público y retorciéndose, pegando unos increíbles gemidos que quedaban ligeramente apagados por las electrizantes notas de Die. Un impresionante staccato le dio a Shinya la oportunidad de brillar tras su batería. Reiketsu Nariseba fue difícil, pero muy rico y ofreció a los miembros la oportunidad de interactuar con la gente. Toshiya recorrió de cabo a rabo todo el escenario y Kyo desplegó los brazos, invitando a la masa a gritar más alto y con más ganas, ¡muchas más! Incluso Kaoru se animó a agitar la cabeza con energía. La agotadora Agitated Screams Of Maggots acabó por convertirse aquella noche en una canción inesperadamente estática, con la banda haciendo poco más que repetitivos movimientos de cabeza. Los espectadores volvían a ganar en número, pero solo aquellos más cercanos a la banda participaban activamente. -saku-, que combina los gritos del death metal con una melodía principal, fue mucho más atractiva, aparentemente; la cantidad de gente que empezaba a golpearse unos a otros aumentaba rápidamente. Kaoru, que parecía deleitarse con la respuesta del público, sonrió y tocó más intensamente que antes.

Finalmente, Kyo aulló “¡Última canción de la gira!” que resultó ser Gaika, Chinmoku ga Nemuru Koro. Los miembros lo dieron todo en esta difícil canción. La voz de Kyo se oscureció por los instrumentos y viceversa, creando un atractivo y salvaje resultado. Kyo gritó al público “¡bailad para mí!” y los fans cumplieron bailando con la música. Aún cuando la canción acabó, los fans chillaban y chillaban sin parar. El vocalista se quedó atrás por unos preciosos segundos en los que aplaudió al público y, como siempre, él dejó primero el escenario. Los otros miembros se quedaron un rato para lanzar púas, botellas de agua y las baquetas.

La satisfacción se hacía patente en casi todos los rostros: la banda concluyó la gira europea con gran éxito y actuó en uno de los más formidables festivales de rock y metal; los fans se deleitaron con una impresionante actuación y el resto del público disfrutó de un más que único concierto.


Lista de canciones:

SA BIR
OBSCURE
Merciless Cult
GRIEF
RED SOIL
DOZING GREEN
VINUSHKA
STUCK MAN
THE FINAL
BUGABOO
Reiketsu Nariseba
Agitated Screams of Maggots
-saku-
Gaika, Chinmoku Ga Nemuru Koro


Gracias en especial a Maija Haka.