Esta entrevista se realizó la tarde del 28 de mayo, con el disco programado para ser lanzado el 5 de agosto. El material que nos mandaron era alrededor del 80% del trabajo final. Gracias a esa muestra pudimos ver la perspectiva da
J. La palabra clave de esta entrevista es “integral” ya que los sonidos que hemos escuchado son sólidos y auténticos, y te ponen la piel de gallina. En esta entrevista tuvimos la oportunidad de preguntar a
J directamente cómo ha alcanzado este nuevo terreno en su música.
Cuando he visitado tu página oficial antes de la entrevista, habías escrito: «Estoy grabando utilizando un proceso totalmente diferente del que había estado utilizando hasta ahora.» Así que te preguntaré primero sobre eso.
J: De verdad creo que mi anterior trabajo,
RIDE, era la parte principal de mi música. Aún si lo escuchas ahora, brilla con luz propia y puedo ver los conciertos como si de verdad estuviera allí. Tiene mucha fuerza y es muy positivo. Creí que lo había hecho bien, pero tenía una vocecita en mi cabeza que me decía que debía dar un paso más allá. Así que simplemente la seguí y me dejé llevar.
Después de haber acabado un trabajo como una obra principal, ¿el músico no tiene más ?
J: Estoy realmente contento de haber creado ese trabajo. Sin embargo, es como escalar montañas, cuando has llegado a la cima de una quieres subir otra, y creo que mis sentimientos se aproximan a eso. Cuando pensaba en lo que hasta entonces no había hecho, decidí que mis sonidos favoritos fueran más “integrales y reales”.
¿Qué quieres decir con “integral”?
J: Lo primero de todo, es que cuando hago canciones quiero reducir el número de sonidos todo lo posible. Quiero retarme a mi mismo para pensar en los sonidos de cada instrumento, la sensación de cada latido, el peso, cosas así.
Si lo comparamos con la escalada, ¿es como si nos deshiciéramos de los aparejos modernos de escalada y fuéramos desnudos?
J: Mi sentimiento se aproxima a eso. Por ejemplo, el bajo que he estado utilizando hasta ahora tenía mucha fuerza y el rendimiento era muy alto.
¿Era como llevar motor turbo?
J: Sí. Pero intenté usar un bajo electroacústico, que andaba rondando por el estudio desde hacía mucho tiempo, era como el que tocaba
Paul McCartney, sonaba como “poc-poc” cuando lo tocaba, ya fuera con la púa o con la mano. En términos generales, digamos que no pega al estilo de rock actual, ¿o sí? (risas) Uso mucho ese tipo de instrumentos, y experimento usando amplificador de época para ver cómo puedo hacer sonidos con él.
Era como el entorno de los 60, cuando nació el rock.
J: Los instrumentos y materiales, incluyendo el ordenador, progresan muy rápidamente. Podemos cambiar melodías con tan sólo un clic. Pensé en dejarlo y tirarlo todo. De alguna manera me aburría, y no creí que toda esa tecnología siguiera estando de moda. (risas) Así que decidí asalvajarme por completo y se convirtió en el tema de grabación.
Usando tu analogía otra vez, creo que puedes hacer eso porqué has escalado la montaña RIDE
. De otra manera, hubiera sido demasiado aterrador. (risas)
J: Creo que puedo asumir esta apuesta porqué fui capaz de hacer
GLARING SUN,
URGE y
RIDE, que podría decirse que son como una trilogía.
Así que la grabación fue muy “integral”. ¿Tuviste más dificultades que anteriormente?
J: Tenía que hacerlo bien, ya que no podía disimular ningún fallo. (risas) Me tomé un tiempo para hacer cada nota y tenía que ir con cuidado mientras tocaba. No fue como “¡Cualquiera puede hacer heavy: utilizamos este efecto y tocamos!” (risas) No es como eso, es más como ¡
Fujita toca la guitarra así que la música es heavy!
Scout toca la batería así que el ritmo tiene muy buena onda y yo toco el bajo así que la música es como un torrente…combinándolo todo alcanzamos ese punto fundamental. Creo que ser capaz de hacer eso ahora, en esta época, ¡quiere decir algo! Contra más lo pienso, más decidido estoy a continuar con ello! (risas)
Para leer la entrevista completa, por favor remitíos a Zy 47.
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