Una mezcla de funk y pop que hará estallar tus sentidos.
Mi primera experiencia con esta boy-band ha sido inesperadamente buena. De normal me sentiría sucia después de haber dicho «boy-band» en una frase que se refiera a mí, pero en esta ocasión no se trata de lo que la mayoría de gente esperaría. En lugar de las típicas influencias de hip-hop que se han convertido en la regla en este tipo de estilo, los chicos optan por una mezcla de diferentes estilos y géneros como el disco-funk, el pop-rock e incluso el jazz-lounge. Las voces de algunos de los miembros se pueden comparar a las de Teriyaki Boyz, aunque de nuevo debo recalcar no es tipo hip-hop como en sus últimos trabajos. El pack completo destaca por ser uno de los trabajos más accesibles y gratos del mercado, sin importar que estilo te guste más.
Aunque no estés muy familiarizo con el trabajo de Arashi, seguro que este álbum te divierte; y es que desde el primer momento no puedes evitar enamorarte de lo que el equipo ha hecho con este disco. Se las han arreglado para hacer que cada canción sea digna de recordar, gracias a un ritmo muy bien pensado que guía al oyente en su viaje a lo largo del espectro musical y a disfrutar por entero de cada canción. No hay absolutamente nada de aburrido en este álbum, no hay nada que te de ganas de saltarte una canción. Es un álbum lleno de energía que te hace sentir vivo, sobre todo con canciones como Wish, Run Away Train y Raise Your Hands que exuda esas vibraciones tan típicas de «felicidad» por las que son tan conocidos estos chicos. Incluso las baladas como Caramel Song, Tabidachi no Asa y Silver Ring se las arreglan para hacerte sentir que el sol brilla a través de la cortina de lluvia.
Algunas de las canciones le añaden un condimento extra a la receta, para esos momentos en los que te apetece pasarte la noche bailando; como por ejemplo con Kitto Daijoubou, Ready to Fly, Raise Your Hands y Carnival Night Part 2, que están muy influenciadas por el disco de los setenta y la época del funk. Cualquiera que disfrute con Dance Dance Revolution encontrará consuelo con las canciones acabadas de mencionar.
Sin embargo, si las canciones anteriores no le dan ni una chispa a tu vida por que eres un rockero ochentero de corazón, no temas porque I Want Somebody está esperándote con los mejores elementos del rock de principios de los 80, con una línea de bajo a lo Michael Jackson y una guitarra y un teclado sutiles pero sin esconderse por detrás. Esa cancioncilla es suficiente para hacerse con el álbum. Si aún no te has convencido, el simple a la vez que adictivo estribillo te atrapará como la miel atrapa a las moscas. ¿Acaso he mencionado el solo de guitarra que dura más de diez segundos (como lo haría en cualquier canción de pop) y que es una pura delicia?
Justo cuando crees que las cosas no pueden ir mejor, sale a la luz la última pista y clausura el álbum con una nota de elegancia. Love Parade es un regreso a la música lounge de los 50, que recuerda a los más grandes como Frank Sinatra y Bobby Darrin. Personalmente, la recomiendo para cuando estás haciendo una cena especial para tu pareja; créeme la música lounge es la mejor para crear ambiente con esa atmósfera relajada que además te ayuda a disfrutar de la maravillosa cena e incluso a animar al personal para los postres.
Pero ante todo, es un álbum fantástico de pop que gustará a cualquier fan de la música nipona. Claro está que hay algunas canciones pop más corrientes como Cool & Soul, Secret Eyes y Chou 2 Arigatou, pero no son el principal atractivo en esta ocasión.
Puntuación total: un nueve de diez por que cada canción es el fuerte de este álbum de principio a fin; sin un solo punto débil, ni tan siquiera las canciones pop. Las pistas inspiradas en el disco son geniales para bailar y te harán sentir bien siempre que las escuches y I Want Somebody y Love Parade son dos canciones imprescindibles.