Presentación de X JAPAN: por fin tocan en Europa los roqueros más influyentes de Japón y la espera ha merecido la pena.
El jueves 28 de junio, fue una fecha bastante importante para X JAPAN: no sólo se lanzó el single de Jade, el primero desde 1998, sino que también se iniciaba su primera gira europea.
Puesto que las puertas se abrían a las 19:00h y la banda estaba prevista para las 20:45h, los fans tuvieron que esperar un buen rato. El grupo de soporte británico Japanese Voyeurs rellenó una media hora de la espera, con gritos de «We are X!» de por medio como anticipación de lo que les esperaba. El O2 Shepherds Bush Empire en el oeste de Londres, con una capacidad de 2.000 personas, estaba a rebosar de personas de todas las edades, colores y credos, todos unidos por su amor por la banda. No fue hasta las 21:00h que las luces se atenuaron y una orquesta grandiosa junto con una introducción coral, dieran comienzo al concierto con esta pieza introductoria, con un estilo típico de X. Después de uno o dos minutos, apareció el batería y líder de la banda, YOSHIKI en la parte más alta del escenario, donde estaba la batería en todo su esplendor y a la vista de todos. El guitarrista SUGIZO le siguió poco después, esperando de espaldas a la multitud hasta que hicieron su aparición HEATH, PATA y TOSHI. YOSHIKI continuó de pie en medio de la batería, mientras se arreglaba la ropa y el pelo a la vez que el coro iba in crescendo como si de un himno nacional se tratase. «Os vamos a enseñar un lugar donde los sueños y la realidad son uno. Grabad esta noche que vamos a pasar juntos en vuestra mente y llevadnos en vuestros corazones», anunció una voz en off femenina. «Presentamos a X JAPAN». Detrás de la batería de YOSHIKI había una pantalla LED enorme, en la que surgió y se iluminó una enorme «X» en rojo a medida que la voz femenina repetía «Japan» una y otra vez. Por fin habían llegado.
Los poderosos riffs de la guitarra de PATA señalaron el inicio del nuevo single Jade. YOSHIKI empezó de igual manera y continuó golpeando la batería con fuerza. La chaqueta larga y abierta que llevaba a modo de camisa no tardó en demostrar ser estorbo a la hora de tocar. La voz de TOSHI era tan fuerte como siempre y prevalecía sobre el coro y el emotivo final que parecía no acabar nunca de «My Jade». A pesar de ser una canción nueva los fans se entregaron al máximo para intentar cantar todas y cada una de las palabras de la letra, para algunos con la ayuda de que en su mayor parte está en inglés. «¡Hola Londres!» gritó TOSHI después de que la canción llegara a su fin. «¿Estáis listos para rockear?» y recibió una firme respuesta positiva y el inconfundible clavicordio con el que empieza el clásico de Rusty Nail fue su recompensa. SUGIZO se comportó como suele hacer en el escenario, poniendo caras y posturas mientras tocaba de forma extravagante la guitarra. Después del calentamiento inicial, parecía que el ambiente se estaba animando, pues HEATH y PATA, que habían estado bastante quietos en las primeras canciones, empezaban a moverse por el escenario y a interactuar con el público, mientras TOSHI ya estaba animado y jugaba a salpicar con agua a una distancia impresionante del escenario.
En la esquina derecha del escenario se alzaba un piano Kawai con el nombre de YOSHIKI grabado y no pasó mucho hasta que deleitó a todos con su música. Empezó con una pieza original de cariz romántico y dramático que duró un minuto y que dio paso a la introducción de Silent Jealousy y después de los dos primeros acordes la multitud vitoreaba como reconocimiento al grupo. TOSHI empezó a cantar a capella, lo que permitió a YOSHIKI volver a su puesto de batería para el inicio explosivo de la canción. Un patrón estroboscópico de luces y flashes bailaba sobre la pantalla de LED que iba acompañado de una descarga de adrenalina inagotable. La banda al completo tocaba con la cabeza gacha y la atención estaba puesta en la música; como exige este clásico del grupo. De hecho la mayoría de los integrantes se tomaron un descanso después de esta canción, con lo que TOSHI y HEATH se quedaron solos con el público con una canción de acompañamiento. PATA volvió para interpretar uno de sus famosos riffs de la canción de Drain. El trío tocó la canción e hicieron algo más que rellenar el vacío de los otros miembros. Sin embargo, TOSHI empezaba a flaquear un poco, peleándose un poco con las notas más altas y gritándolas.
Por suerte el cantante y los demás se tomaron un descanso mientras SUGIZO se hacía cargo del escenario en una demostración de su habilidad con el violín eléctrico durante su Violin solo. De nuevo tocó una melodía profunda y ondulante. En el solo, que duró diez minutos, el artista tocó la parte a violín del tema de “The Godfather”, de la canción de LUNA SEA Providence y el tema de la versión de 1968 de “Romeo y Julieta”. En los intermedios de cada sección lanzaba besos o hacia reverencias teatrales y señalaba partes de la sala, con lo que causaba gritos salvajes de los que allí estaban (y de todos los demás). De vez en cuando caminaba por la pasarela para acentuar aún más la respuesta del público, como si la que ya había no fuera suficiente. Hacía el final de la actuación YOSHIKI se le unió con una camisa nueva para hacer un dueto que enlazaría con la introducción de Kurenai para la alegría del público. YOSHIKI dio por finalizada su interpretación a piano después de aporrear las teclas, como ya es clásico. Después de quitarse la nueva camiseta volvió a la batería para aporrearla. Entonces, TOSHI volvió recuperado y pudo cantar el estribillo con un vigor renovado. A la mitad de la canción, se dirigió a la parte de atrás de la batería, para acompañar a YOSHIKI como antaño, deleitándose claramente con el momento en que YOSHIKI tocaba con tanta energía que tubo que cambiarse el collarín por uno más resistente al final de la canción.
Entonces, TOSHI se tomó un tiempo para preguntar al público: «¿Queréis algo caliente? ¿Queréis algo loco?», con lo que provocó tantas risas como vítores. Poco después le pasó el micrófono a YOSHIKI para que siguiera con el MC y éste justificó sus continuos cambios de camisa exclamando: «¡Hace un calor de mil demonios aquí! Necesito un té verde...no no, ¿cómo se dice…PG...Tips? ¡Quiero un puñetero PG Tips (marca de té inglesa)!». Gritó entre los rugidos del público y el ruido de TOSHI jugando con la batería. Empezó a gritar: «¡Somos…!» para que el público respondiera, mientras TOSHI seguía con la percusión antes de intentar subirse al asiento del batería y fracasar con gracia. Entonces, YOSHIKI puso un tono más serio para describir cuánto habían soñado tocar en Londres y cómo había sido la experiencia hasta ese momento.
Después de un MC cargado de improperios, YOSHIKI volvió al piano. Era la introducción en bucle de la nueva canción Born To Be Free, una gran canción del estilo de las bandas sonoras de James Bond con un estribillo muy marcado y épico, con el gemido del solo de PATA que hizo que todo el mundo empezara a saltar. Después del estruendo final, la base rítmica de la batería siguió sonando. «¡A la batería, YOSHIKI!», anunció TOSHI al tiempo que YOSHIKI empezaba un solo que ponía los pelos de punta, el rápido bajo era tan fuerte que el sonido te hacía vibrar los huesos. Tiró las baquetas y se dirigió de nuevo al piano en un santiamén y tocó la parte más conocida de El lago de los cisnes de Tchaikovsky. «¡Al piano, YOSHIKI!» y El lago de los cisnes acabó abruptamente con un golpe de antebrazo en las teclas y de vuelta a la batería, par después cambiarse al piano otra vez para tocar parte del estribillo de I.V., otra de sus últimas canciones. TOSHI emprendió la tarea de que todos hicieran los coros, dirigiéndoles para que repitieran «in the rain» y «find the way» después de él, y que luego continuaron a lo largo de la canción. Alguien de las primeras filas les ofreció una bandera del Reino Unido con la X del grupo y TOSHI la cogió y se la puso sobre los hombros mientras continuaba cantando.
«¡Esta es la última canción» gritó TOSHI, «¡Somos…!», a lo que por supuesto sólo cabía una única respuesta: «¡¡X!!», que fue lo que dijo todo el público, mientras formaban una X con los brazos, barras luminosas y se alzaban algunas Yoshikitty al mismo tiempo. La última canción no podía ser otra que el símbolo de la banda X. Cantidad de voces se acompañaron a la de TOSHI durante toda la canción, sobre todo en el estribillo donde todos saltaban y formaban una X con los brazos al mismo tiempo. Fue una actuación muy apasionada y llena de energía en la que SUGIZO saltó hasta la parte más alta del escenario en el momento en que TOSHI se juntaba con un YOSHIKI sonriente, cabeceando juntos y de vez en cuando dándole a un platillo con el puño. Cuando parecía que se había acabado la canción, TOSHI siguió diciendo unos cuantos «¡Somos X!» más, mientras YOSHIKI aprovechaba el momento para girar por el escenario con elegancia hasta zambullirse en la parte izquierda de la multitud. Por suerte, no faltaban manos para cogerle, pero tampoco están dispuestos a dejarle ir tan fácilmente, lo que acabó con guardaespaldas fornidos sacándole de allí. Tan enérgico como siempre, YOSHIKI cogió el micrófono retomar la llamada de TOSHI hasta que se quedó ronco y se lo devolvió para lanzarse al último bramido del coro.
Pasó bastante tiempo antes de que la banda volviera al escenario para el encore y algunos no fueron capaces de esperar. Los que sí, vieron a YOSHIKI sentarse al piano con un kimono lila y la bandera del Reino Unido y a TOSHI aún con la chaqueta, los guantes y la bufanda a pesar de la temperatura que debía de hacer en el escenario. YOSHIKI/b> concluyó los mensajes de la noche con una nota triste, diciendo cómo la banda creía haber llegado a su fin hacía diez años. Estaba claro que no podía acabar esta mítica gira sin mencionar al fallecido guitarrista de X y gran amigo HIDE, que siempre estará tocando con ellos. Se sentó en silencio por unos instantes, a la vez que el público coreaba una y otra vez: «¡HIDE! ¡HIDE!» para rendir tributo al artista. Y su respuesta fue: «¡Joder! Me habéis hecho llorar tíos».
«¡Cantad conmigo otra vez!» gritó TOSHI. El resto de integrantes de la banda salieron al escenario para los encores y SUGIZO dio unas vueltas para mostrar a sus admiradores el cambio de vestuario, ahora llevaba una camiseta con la parte de atrás de rejilla. El primer encore fue una emotiva interpretación de Endless Rain, para alegría de los que la habían pedido durante la espera. Hacía el final, todos los instrumentos se fueron silenciando hasta dejar solo al piano y el canto de la multitud, un momento muy emotivo para YOSHIKI, que se pasó la mayor parte del tiempo con la cabeza gacha, igual que para todos los que compartieron con él ese momento. SUGIZO volvió a tocar una hermosa y triste pieza de violín. Y entonces, la parte que se repite a piano en el dúo de ART OF LIFE se empezó a oír por los altavoces, lo que desencadenó un rumor de emoción por toda la sala.
YOSHIKI volvió a aparecer para tocar la parte más complicada del dueto, los corría de un lado a otro del teclado con gran maestría y cautivando a todos los que le miraban. Algunos empezaron a aplaudir antes de tiempo, por lo que movió la cabeza par indicarles que todavía no. Tocaba el piano como toca la batería, con una intensidad admirable, una pasión sin límites y una especie de ira, por la que a veces se lanza sobre las teclas para aporrearlas con el codo. Fueron ocho minutos de un arte musical en estado puro. De repente, se dio la vuelta para ir a la batería para los últimos cinco apasionantes minutos de la pieza. La banda se reunió de nuevo para dar rienda suelta a su glorioso rock. Es una canción tan larga y compleja que YOSHIKI tuvo que retirarse a un lado para que un ayudante le echara un vistazo en un momento. La banda lo dio todo, hasta justo el final, con un «in my life» casi empañado por la tristeza de TOSHI. La multitud demostró su aprecio mientras la banda hacía una reverencia delante la pantalla donde se veían escenas de la grabación de Forever Love, que los fans seguían cantando y con la que seguían balanceándose. Varios de los miembros de la banda hicieron fotos y grabaron al público como recuerdo.
Una cosa estaba clara, que nadie en la sala olvidará jamás la experiencia vivida esa noche. No sorprende que con las ingentes cantidades de energía, habilidad y un amor más que evidente por lo que hacen. No sorprende, pues, que después de veinte años X JAPAN siga teniendo una presencia escénica impresionante. Entrelazan lo antiguo y lo nuevo, la luz y la oscuridad, el rock y la música clásica, consiguen mantener a los fans de toda la vida a la vez que consiguen nuevos y de todos los países del mundo. Antes de abandonar definitivamente el escenario, YOSHIKI concluyó con un, «¡Somos X!»
Set list
1. Intro
2. Jade
3. Rusty Nail
4. Silent Jealousy
5. Drain
6. SUGIZO - violin solo
7. Kurenai
8. Born To Be Free
9. YOSHIKI - drum and piano solo
10. I.V.
11. X
EN1. Endless Rain
EN2. ART OF LIFE (segundo movimiento)